sigue el verde danzador:
verde-trébol, verde-oliva
y el gayo verde-limón.
Rojo manso y rojo bravo
¿rosa y clavel reventón?.
Cuando los verdes se rinden,
él salta como un campeón...
no se sabe cuál mejor,
y los rojos bailan tanto
que se queman en su ardor...
grande y lleno de fervor
y le abren paso todos
como viendo a Agamenón...
Mano a mano con nosotros
todos eran, ya no son:
¡El cuento del mundo muere
al morir el Contador!
(Gabriela Mistral)
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