Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, Quitar los cerrojos, Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto, Recuperar la risa, Ensayar un canto, Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
porque no estas solo
porque yo te quiero...

(Mario Benedetti)
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